Ejercicio V Parte 1
Análisis concursos televisivos.
martes, 10 de diciembre de 2019
TAREA N 1 ESCRIBIR UN MONÓLOGO .
quisiera aclararles a los hombres esa pregunta que no les deja dormir por las noches ¿Por qué las mujeres vamos juntas al baño? Como tu amiga se ha ido con el guaperas no tienes otro remedio que ir tu sola. Y vas allí cruzando todo el bar como si fueras por la selva (porque todo el mundo sabe que los baños siempre están al fondo) Cuando por fin llegas te encuentras una cola de unas cinco personas y comienzas a bailar de una forma un tanto extraña, primero para no aburrirte y segundo para que no se te escape el pipí. Y siempre esta la típica que tiene ganas de hablar. Y a mí que me importa con quién has venido.
Bueno, por fin llegas y cuando estas dentro lo primero que ves es una charca de agua, llamémoslo así, con un juguillo de pisadas.
Primer problema ¿dónde dejas el bolso? Como no ha venido nadie contigo pues te lo cuelgas al cuello.
Segundo. El abrigo. Este invierno se llevan los abrigos largos, porque no están pensados para las meonas nocturnas. Los hay de dos tipos: Si es de los de pico al final lo tienes fácil porque metes la cabeza entre los picos y listo. Pero ¿y si no tiene?. Bueno, como eres una mujer con recursos te lo pones de bufanda.
Tercero, la puerta. Nunca tiene pestillo. Tú necesitas intimidad así que apoyas la cabeza para que no entre nadie.
Y allí estas tu con tu abrigo, el bolso al cuello y la cabeza apoyada en la puerta. Pues no te sale el chorrillo claro con tanto trajín! Recurres al viejo truco de abrir el grifo, pero…está fuera! venga a ver si te atreves a salir! Al final creas tu propio sonido...¡ y se apaga la luz que también está fuera!
Encima no hay papel a si que metes la mano en el bolso como puedes para coger el klinex. Total que te has manchado y te has puesto perdida. Así que queridos míos no preguntéis más porque las mujeres vamos juntas al baño.
TAREA N° 2 LA CALLE ESTRECHA...
Estoy en una calle estrecha, no se escucha nada excepto el sonido de pajaros y búhos. Miro para el cielo y se ve muchas estrellas, la luna llena. Cuando miro a los lados estoy en una calle muy estrecha con paredes altas, ladrillos rojos y quiero salir de allí pero la calle es muy larga de repente se escucha un coche, del cual sale una persona. No la veo bien porque está oscuro. Quiero irme, estoy muy nerviosa, agobiada, doy unos cuantos pasos hacía atrás, pero esa persona me habla. Me suena su voz, pero no consigo recordar de quien es. Esa persona me dice "venga, ven rápido y no mires atrás". No entendía porqué me decía eso y entonces escuché un ruido detrás de mí. Era otro coche en el otro lado de la calle. Se bajan dos hombres y venían hacia mí, sin pararse. Grito que se vayan, pero no contestan y siguen andando hacia mí, pero de repente se abre una puerta a mi lado, alguien me tira del brazo y me mete dentro. En seguida me abraza y cuando respiro y huelo su perfume era mi madrina. Cierra la puerta y se ven en el aire muchos petalos amarillos, entonces me vi con toda mi familia, todos felices. Como en la época en la que aún estaba mi tía y mis abuelos. Ellos no me veían, pero yo a ellos sí. Fuí al cusarto de mí abuelo y me encontré a mi tía y a mí cuando era pequeña. Mi tía estaba hablandome, me decía que pasara lo que pasara ella siempre iba a estar protegiendome y que iba a haber alguien que la ayudara a protegerme. Ahí recordé que la voz que oí en mitad de la calle era mí tía y a la vez la de mi novio diciendome que corriese y gracias a ellos pude salir de la calle. La persona que me salvó era mi novio, que me recibió rápidamente con un abrazo, y cuando lo abracé sentí a mí tía también a mi lado abrazandome también.
Ahí aprendí que aunque las personas que tu quieres se van, no se van del todo, sino que permanecen ahí ayudandote y te ponen personas en tu vida para que te ayuden a pesar de que ellos ya no están presentes, pero siempre estarán en tu corazón.
Estoy en una calle estrecha, no se escucha nada excepto el sonido de pajaros y búhos. Miro para el cielo y se ve muchas estrellas, la luna llena. Cuando miro a los lados estoy en una calle muy estrecha con paredes altas, ladrillos rojos y quiero salir de allí pero la calle es muy larga de repente se escucha un coche, del cual sale una persona. No la veo bien porque está oscuro. Quiero irme, estoy muy nerviosa, agobiada, doy unos cuantos pasos hacía atrás, pero esa persona me habla. Me suena su voz, pero no consigo recordar de quien es. Esa persona me dice "venga, ven rápido y no mires atrás". No entendía porqué me decía eso y entonces escuché un ruido detrás de mí. Era otro coche en el otro lado de la calle. Se bajan dos hombres y venían hacia mí, sin pararse. Grito que se vayan, pero no contestan y siguen andando hacia mí, pero de repente se abre una puerta a mi lado, alguien me tira del brazo y me mete dentro. En seguida me abraza y cuando respiro y huelo su perfume era mi madrina. Cierra la puerta y se ven en el aire muchos petalos amarillos, entonces me vi con toda mi familia, todos felices. Como en la época en la que aún estaba mi tía y mis abuelos. Ellos no me veían, pero yo a ellos sí. Fuí al cusarto de mí abuelo y me encontré a mi tía y a mí cuando era pequeña. Mi tía estaba hablandome, me decía que pasara lo que pasara ella siempre iba a estar protegiendome y que iba a haber alguien que la ayudara a protegerme. Ahí recordé que la voz que oí en mitad de la calle era mí tía y a la vez la de mi novio diciendome que corriese y gracias a ellos pude salir de la calle. La persona que me salvó era mi novio, que me recibió rápidamente con un abrazo, y cuando lo abracé sentí a mí tía también a mi lado abrazandome también.
Ahí aprendí que aunque las personas que tu quieres se van, no se van del todo, sino que permanecen ahí ayudandote y te ponen personas en tu vida para que te ayuden a pesar de que ellos ya no están presentes, pero siempre estarán en tu corazón.
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